Según el Emocionario (libro maravilloso para entender las emociones, para niños y adultos), "la culpa nos invade cuando CREEMOS que hemos hecho algo malo. Es el termómetro de nuestros actos: nos indica qué consideramos bueno y qué no. Además, nos permite evaluar nuestro comportamiento.
¿Se oye la culpa? Cuando haces algo que sabes que no está bien, una voz interior te habla. Escúchala. Eres tú mismo, que te preguntas si te has comportado correctamente. Tú sabes qué cosas crees que son apropiadas, aunque a veces no quieras oirlo. La culpa señala que somos responsables de nuestros actos y nos ayuda a juzgarlos. Si llegamos a la conclusión de que hemos cometido una falta, podemos experimentar vergüenza."
Hasta aquí, la definición del Emocionario.
Pero a mí me gustaría analizarla un poco más en profundidad.
1. Para empezar, ese CREEMOS. Nuestra escala de valores, normalmente, viene dada desde la infancia. Si hemos sido niñ@s que "nunca llegaban al listón", es decir, nada de lo que hacíamos era suficiente, nos han comparado contínuamente con otr@s niñ@s donde evidentemente salíamos perdiendo en la comparación, de adultos tendremos esa creencia. TENDRÍA QUE, PODRÍA, SI YO HUBIERA, DEBERÍA...es decir, nos seguimos juzgando con un "superyo" ideal (y por lo tanto, ficticio), que en el momento de resolver un problema, debería tener todas las soluciones posibles y, evidentemente, escoger la mejor. Con lo cual, nos sentimos culpables por no haber elegido esa otra posibilidad que, seguramente (a nuestro juicio, porque tampoco se sabe) hubiera sido la acertada.
2. Cuando nos juzgamos recordando elecciones o reacciones que hemos tenido, nunca somos justos con nosotros mismos. En ese juicio, sólo aparece la figura del fiscal, pero nunca (o poco) la del abogado defensor.
3. La culpabilidad es una emoción que se da en su mayor parte en personas sensibles y empáticas, las cuales siempre piensan más en lo que el/la otr@ pueda sentir que en ell@s mism@s. Y aquí quiero hacer un inciso. Hasta ahora se han asignado estas cualidades principalmente a las mujeres,(yo la primera que lo pensaba) pero también hay muchos hombres (cada vez más) que las poseen, que son sensibles y que también sufren (aunque quizá no lo exterioricen como nosotras). Así que, quitémonos ese tópico y hablemos del Ser Humano, ya que sentimos por igual aunque no lo expresemos de la misma manera.
Ahora bien, enfocando esto a nuestro blog y su temática.
Esto....en el SEXO...¿cómo nos afecta?
Pues de muchas maneras. Hay mujeres que (inconscientemente) no se permiten un orgasmo con su compañer@ de juegos (me baso en testimonios dados en mis Reuniones Tuppersex, donde incluso chicas con 20 años de relación no han tenido un orgasmo con su pareja), otras no se dejan acariciar su cuerpo (había quien no lo había permitido ni con su pareja de 10 años), algunas rechazan las relaciones sexuales sin saber por qué y, en definitiva, todo esto se traduce en frustración y culpa (inconsciente, por supuesto) por no permitírnoslo.
EL RESETEO (SÍ, ES POSIBLE)
Pues dentro de las posibles soluciones, puede ser acudir a terapia (nuestros actos van dirigidos por un subconsciente sumergido creado normalmente en la infancia y del cual, muchas veces, no tenemos ni idea, y un terapeuta puede ayudarte a descubrir todo ese entramado que controla tus acciones), y también ayudarte a tí mism@ con meditaciones para sanar el chakra sexual. (Ya ahí entra también si conoces algo de los chakras y si crees en ello). Yo creo firmemente, además, lo he experimentado, por eso os paso este enlace, si os animaís a probar no perdeis nada, sólo 15 minutitos ó 5, en caso de que empieces y no te apetezca seguir (y si es así, NO TE SIENTAS CULPABLE, POR FAVOR) ;)
Otra opción, si tienes pareja, es, por supuesto, comunicarte con ella. Decirle lo que sientes. Tod@s creemos y damos por hecho que el/la otr@ lo sabe, pero no es así. Tod@s tenemos miedos y también creo que tod@s queremos hacer las cosas lo mejor posible...pero a veces necesitamos una guía...y la palabra, la comunicación, ayuda, y sana.
Úsala con tacto, porque la palabra tiene el poder de sanar, pero también de dañar...sin tocar. Así que empieza por eliminar la palabra "culpa" de tu vocabulario, sustituyéndola por RESPONSABILIDAD, tu Alma te lo agradecerá. Y tu Cuerpo también ;)
¿Se oye la culpa? Cuando haces algo que sabes que no está bien, una voz interior te habla. Escúchala. Eres tú mismo, que te preguntas si te has comportado correctamente. Tú sabes qué cosas crees que son apropiadas, aunque a veces no quieras oirlo. La culpa señala que somos responsables de nuestros actos y nos ayuda a juzgarlos. Si llegamos a la conclusión de que hemos cometido una falta, podemos experimentar vergüenza."
Hasta aquí, la definición del Emocionario.
Pero a mí me gustaría analizarla un poco más en profundidad.
1. Para empezar, ese CREEMOS. Nuestra escala de valores, normalmente, viene dada desde la infancia. Si hemos sido niñ@s que "nunca llegaban al listón", es decir, nada de lo que hacíamos era suficiente, nos han comparado contínuamente con otr@s niñ@s donde evidentemente salíamos perdiendo en la comparación, de adultos tendremos esa creencia. TENDRÍA QUE, PODRÍA, SI YO HUBIERA, DEBERÍA...es decir, nos seguimos juzgando con un "superyo" ideal (y por lo tanto, ficticio), que en el momento de resolver un problema, debería tener todas las soluciones posibles y, evidentemente, escoger la mejor. Con lo cual, nos sentimos culpables por no haber elegido esa otra posibilidad que, seguramente (a nuestro juicio, porque tampoco se sabe) hubiera sido la acertada.
2. Cuando nos juzgamos recordando elecciones o reacciones que hemos tenido, nunca somos justos con nosotros mismos. En ese juicio, sólo aparece la figura del fiscal, pero nunca (o poco) la del abogado defensor.
3. La culpabilidad es una emoción que se da en su mayor parte en personas sensibles y empáticas, las cuales siempre piensan más en lo que el/la otr@ pueda sentir que en ell@s mism@s. Y aquí quiero hacer un inciso. Hasta ahora se han asignado estas cualidades principalmente a las mujeres,(yo la primera que lo pensaba) pero también hay muchos hombres (cada vez más) que las poseen, que son sensibles y que también sufren (aunque quizá no lo exterioricen como nosotras). Así que, quitémonos ese tópico y hablemos del Ser Humano, ya que sentimos por igual aunque no lo expresemos de la misma manera.
Ahora bien, enfocando esto a nuestro blog y su temática.
Esto....en el SEXO...¿cómo nos afecta?
Pues de muchas maneras. Hay mujeres que (inconscientemente) no se permiten un orgasmo con su compañer@ de juegos (me baso en testimonios dados en mis Reuniones Tuppersex, donde incluso chicas con 20 años de relación no han tenido un orgasmo con su pareja), otras no se dejan acariciar su cuerpo (había quien no lo había permitido ni con su pareja de 10 años), algunas rechazan las relaciones sexuales sin saber por qué y, en definitiva, todo esto se traduce en frustración y culpa (inconsciente, por supuesto) por no permitírnoslo.
EL RESETEO (SÍ, ES POSIBLE)
Pues dentro de las posibles soluciones, puede ser acudir a terapia (nuestros actos van dirigidos por un subconsciente sumergido creado normalmente en la infancia y del cual, muchas veces, no tenemos ni idea, y un terapeuta puede ayudarte a descubrir todo ese entramado que controla tus acciones), y también ayudarte a tí mism@ con meditaciones para sanar el chakra sexual. (Ya ahí entra también si conoces algo de los chakras y si crees en ello). Yo creo firmemente, además, lo he experimentado, por eso os paso este enlace, si os animaís a probar no perdeis nada, sólo 15 minutitos ó 5, en caso de que empieces y no te apetezca seguir (y si es así, NO TE SIENTAS CULPABLE, POR FAVOR) ;)
Otra opción, si tienes pareja, es, por supuesto, comunicarte con ella. Decirle lo que sientes. Tod@s creemos y damos por hecho que el/la otr@ lo sabe, pero no es así. Tod@s tenemos miedos y también creo que tod@s queremos hacer las cosas lo mejor posible...pero a veces necesitamos una guía...y la palabra, la comunicación, ayuda, y sana.
Úsala con tacto, porque la palabra tiene el poder de sanar, pero también de dañar...sin tocar. Así que empieza por eliminar la palabra "culpa" de tu vocabulario, sustituyéndola por RESPONSABILIDAD, tu Alma te lo agradecerá. Y tu Cuerpo también ;)
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