Seguro que has sentido química sexual más de una vez en tu Vida, y quizá te haya pasado incluso con alguna pareja que hayas tenido, la conexión en la cama era increible pero a nivel relación era un desastre. Querías dejar la relación pero esa química te lo impedía, y te sentías culpable de no poder dominar tus instintos, así que déjame contarte algo para que te perdones: estabas ante una respuesta biológica muy fuerte. (Y esto no quiere decir que haya que seguir en una relación tóxica, pero sí me gustaría que te tomaras este escrito como una herramienta para comprender el proceso de lo que te sucedió o sucede).
La química sexual es lo que diferencia una relación entre amigos de una amorosa. Ese ingrediente que hace que los sentimientos y sensaciones sean distintos. Es algo que se siente o no por determinada persona. Eso que te atrae sin poder evitarlo.
La seducción en la cama es una reacción energética y tiene más relación con la parte inconsciente del cerebro. El área que activa los impulsos primitivos del ser humano. En este caso, te hace sentir hormigueo en el estómago, te acelera el corazón, la respiración y además impulsa la producción de ciertas hormonas responsables de que nos dejemos llevar por este lado instintivo.
Las hormonas y feromonas son las sustancias encargadas de empujar el mecanismo cerebral del deseo sexual, según se explica en el libro Sex and context: Hormones and primate sexual motivation.
También de que el cuerpo experimente la sensación de flechazo y de que
tengas unas ganas enormes de conocerlx mejor, de tocarle y de estar con él o con ella.
Estos mensajeros químicos del cuerpo viajan a través del olor corporal y del beso. Quizás por ello, a veces no sientes algo especial por alguien hasta que llega el primer beso. Ese que trasmite la conexión y te informa de que tus feromonas son afines con esa persona.
Es tan importante el aspecto del olor que, dejándote llevar por implicaciones biológicas y por una disposición natural, elegimos a nuestra pareja por señales olfativas, aunque no seamos conscientes de ello.
Esto se produce porque la química sexual está actuando. Sin embargo, en algunos casos, los desodorantes y perfumes pueden llegar a bloquear la cantidad de feromonas liberadas.
La atracción sexual te genera diversas señales físicas que incluyen un despliegue hormonal, concretamente de noradrenalina y dopamina. Pero para saber si realmente tienes la cantidad exacta de química sexual para que triunfes en la relación, tienes que notar los siguientes cambios:
- Adoras su olor.
- Te gusta su sabor.
- Te vuelve locx cuando te besa.
- Cuando piensas en tener sexo con él o con ella, te excitas.
- Te excitas cuando tu chicx se acerca a ti.
- A veces, cuando no está, fantaseas encuentros amorosos.
- Deseas con intensidad tener relaciones sexuales con tu pareja.
- Cuando no tienes relaciones sexuales con tu pareja, las extrañas.
Toda esta bomba hormonal y energética se produce sobre todo en la primera fase del enamoramiento, es decir, cuando San Valentín nos lanza las flechas y nos deja K.O. sin saber qué ha pasado...Biológicamente, el enamoramiento surge cuando el cerebro empieza a producir feniletilamina —una anfetamina natural— como respuesta a la presencia de feromonas. Esta provoca euforia, alegría y, también, ansiedad; es la responsable de la aceleración de los latidos del corazón.
Muchas veces, la química sexual actúa sin que nos demos cuenta. Por ello, es posible que, en algún momento, te sientas atraída por un desconocido en una situación cotidiana y en otras, todo lo contrario.
Y para aclarar el título de esta entrada del blog, quiero contaros algo que ya sabeis. La química sexual es muy importante en una pareja, pero no es lo único. Sostener una relación, nutrirla y que evolucione es una labor de dos personas (o más, si hay poligamia) y es un trabajo diario si queremos que perdure en el tiempo. San Valentín nos regala la posibilidad de vivir unos meses de subidón sexual pero luego depende de nosotrxs conseguir que esa relación se convierta en un Amor auténtico, pleno y duradero.
