...mi polla. Pero yo fui más rápido. Me agaché poniéndome de rodillas y la inmovilicé agarrándole sus nalgas. Las apreté contra mí y con la barbilla fui acariciándole su sexo, presionando el clítoris, abrazando sus labios de abajo igual que hice con los de arriba. Beth empezó a mojarse mucho, y a apretar mi cabeza contra sus muslos. Sabía que iba a correrse, así que saqué mi lengua y le lamí el clítoris con rapidez. Ella no pudo aguantarse, sus espasmos silenciosos la delataron. Me levanté, la abracé, dejando que se relajara en mi s brazos. NOs miramos. Sonreimos. Ella se giró de espaldas sin dejar de mirarme, se apoyó en el cambiapañales y buscó mi polla metiendo su mano entre mis piernas. Penetré en Beth como muchas veces antes lo había hecho, pero cada vez era diferente, igual que cada sitio era distinto. Tenía la capacidad de provocarme un placer que jamás había sentido con otra mujer, y esta vez ocurrió de nuevo. Me corrí en 0,2 pero fue un orgasmo intenso, arrebatador, bestial. Mi semen cayó al suelo manchando de blanco aquel suelo azul celeste. Beth fue la 1ª en reaccionar.
- We have to go.
Sí, sí, teníamos que irnos. Era la hora de nuestro avión y teníamos que ir a la sala de embarque. Pero yo me había adelantado y había subido al cielo sin necesitar alas ni motor.
- I love you, I love you so much.
Y yo también. Yo la amaba más de lo que había podido imaginar. Pensé, cerrando los ojos.
Se metió en el baño con sus pantalones y yo en otro para coger papel higiénico. Limpié las huellas del delito con rapidez, aún con los pantalones por abrochar, mientras Beth ya salía de nuevo compuesta e impecable.
- See you in the bar, honey.
Y salió del Cuarto de los niños, y también del espejo que aún contenía sus gemidos ahogados. Me quedé allí 5 segundos más mirando, hasta que recuperé la noción de la realidad y me abroché los pantalones recomponiendo mi figura. Me lavé las manos y la cara y le dije adios a aquel cuarto tan acogedor y que tan feliz me había hecho.
Caminé por el pasillo solitario de vuelta al bar, que ya había cerrado. Beth me esperaba en la puerta, sonriendo. Me acerqué y nos cogimos de la cintura, sin dejar de mirarnos, caminando hacia la sala de embarque. La mayoria de pasajeros estaban tendidos o sentados por todos los rincones del aeropuerto. A esas horas ya nada estaba abierto y muchos se veían obligados a pasar la noche allí.
Cuando llegamos a nuestra puerta de entrada, vimos que el cartel "delayed" parpadeaba ante nosotros. Retrasado. Y no se sabía cuanto. Beth y yo estábamos agotados, no solo por el juego libidinoso en el Children's room, sino por todo el día de caminata en Londres. La sala estaba casi vacia, así que nos sentamos en las sillas que se apoyaban en la pared. Beth se apoyó en mi hombro y cerró los ojos. Yo apoyé mi cabeza en la suya y también los cerré. Su respiración cambió al poco rato, había conseguido caer dormida. Yo estaba a punto de conseguirlo cuando escuché una frase proveniente de mi lado derecho:
- I found the place.
Abrí los ojos de repente, medio asustado, creyendo que me había quedado dormido y estaba soñando. Miré al lugar del cual había venido la voz. Una chica le sonreía a un chico que la miraba con deseo. Ella estaba de pie y él sentado, mirándola de arriba abajo.
- Do you like playing? Follow me.
Beth movió su cabeza justo en ese momento. Yo le acaricié la mejilla con mi mano y volví a cerrar los ojos. Por supuesto que le gusta jugar, pensé, contestándole mentalmente a la chica de al lado.
- Todos somos niños, ¿verdad Beth? - le susurré.
- Yes, darling, and we all like playing.
Contestó, con sonrisa maliciosa y ojos cerrados que lo habían visto todo.
FIN
- We have to go.
Sí, sí, teníamos que irnos. Era la hora de nuestro avión y teníamos que ir a la sala de embarque. Pero yo me había adelantado y había subido al cielo sin necesitar alas ni motor.
- I love you, I love you so much.
Y yo también. Yo la amaba más de lo que había podido imaginar. Pensé, cerrando los ojos.
Se metió en el baño con sus pantalones y yo en otro para coger papel higiénico. Limpié las huellas del delito con rapidez, aún con los pantalones por abrochar, mientras Beth ya salía de nuevo compuesta e impecable.
- See you in the bar, honey.
Y salió del Cuarto de los niños, y también del espejo que aún contenía sus gemidos ahogados. Me quedé allí 5 segundos más mirando, hasta que recuperé la noción de la realidad y me abroché los pantalones recomponiendo mi figura. Me lavé las manos y la cara y le dije adios a aquel cuarto tan acogedor y que tan feliz me había hecho.
Caminé por el pasillo solitario de vuelta al bar, que ya había cerrado. Beth me esperaba en la puerta, sonriendo. Me acerqué y nos cogimos de la cintura, sin dejar de mirarnos, caminando hacia la sala de embarque. La mayoria de pasajeros estaban tendidos o sentados por todos los rincones del aeropuerto. A esas horas ya nada estaba abierto y muchos se veían obligados a pasar la noche allí.
Cuando llegamos a nuestra puerta de entrada, vimos que el cartel "delayed" parpadeaba ante nosotros. Retrasado. Y no se sabía cuanto. Beth y yo estábamos agotados, no solo por el juego libidinoso en el Children's room, sino por todo el día de caminata en Londres. La sala estaba casi vacia, así que nos sentamos en las sillas que se apoyaban en la pared. Beth se apoyó en mi hombro y cerró los ojos. Yo apoyé mi cabeza en la suya y también los cerré. Su respiración cambió al poco rato, había conseguido caer dormida. Yo estaba a punto de conseguirlo cuando escuché una frase proveniente de mi lado derecho:
- I found the place.
Abrí los ojos de repente, medio asustado, creyendo que me había quedado dormido y estaba soñando. Miré al lugar del cual había venido la voz. Una chica le sonreía a un chico que la miraba con deseo. Ella estaba de pie y él sentado, mirándola de arriba abajo.
- Do you like playing? Follow me.
Beth movió su cabeza justo en ese momento. Yo le acaricié la mejilla con mi mano y volví a cerrar los ojos. Por supuesto que le gusta jugar, pensé, contestándole mentalmente a la chica de al lado.
- Todos somos niños, ¿verdad Beth? - le susurré.
- Yes, darling, and we all like playing.
Contestó, con sonrisa maliciosa y ojos cerrados que lo habían visto todo.
FIN
